jueves, 5 de diciembre de 2013

Día Internacional del Voluntariado (Y apunte deslavazado sobre los perros mexicanos)






En España, nuestro país de origen, todo el mundo estará pendiente de terminar cuanto antes sus labores para salir de puente inmediatamente. La crisis no resta la “necesidad imperiosa” de salir por ahí en cuanto se acumulan unos días de asueto. Que la cuarta parte de la población esté en paro no se nota cuando llegan los festivos. Hoy es 5 de Diciembre y muchísima gente en los atascos a la salida de las grandes ciudades no se habrá percatado o, incluso, ni sabrá que se celebra el Día Internacional del Voluntariado.

Tras despertarnos conociendo el dato, nos preguntamos si al ser nuestro día tendríamos fiesta o si simplemente lo celebraríamos intentando que todo lo que nos rodea tenga un motivo de celebración en algún momento. Tras unos segundos de confusión, que a algunos nos parecieron horas, decidimos no dar mucha importancia esta fecha, felicitarnos efusivamente y publicar un avance de las reflexiones que estamos haciendo acerca de la realidad y la figura del  perro mexicano, que tanta fascinación nos produce y para el que estamos preparando un estudio de esos que salen de vez en cuando en mitad de los telediarios, firmados por alguna importante universidad estadounidense como la “Famosa y No Existente Universidad de Eaton”.

En primer lugar, aunque la aclaración sobre, es mucho el tiempo que vamos a pasar por aquí y queremos dejar bien claro que cuando hablamos de perros mexicanos nos referimos al animal de cuatro patas, de esos que son considerados el mejor amigo del hombre.

También hemos de aclarar que el tiempo por aquí es bastante caluroso y el sol hace estragos en las cabezas poco preparadas, por lo que si alguien se está preguntando la lógica que enlaza el Día Internacional del Voluntariado con los perros mexicanos, que deje inmediatamente de hacerlo no vaya a quedarse como nosotros, que todo es contagioso (Incluso en la distancia).


Perros mexicanos y voluntarios güeros

A esto le añadimos que en anteriores historias de este blog prometimos que incluiríamos más fotos y que dado el poco seguimiento del mismo nos podemos permitir ciertas licencias porque no estáis por la labor de acompañarnos y hacernos sentir queridos, leídos y seguidos, pues salen cosas como esta. Todo para celebrar el Día Internacional del Voluntariado.

El Albergue “Hermanos en el camino” está lleno de perros mexicanos. Dicen los que lo conocieron este verano, que la población de gatos y perros ha aumentado ostensiblemente en unos meses. Pero en nuestro estudio nos hemos centrado exclusivamente en la figura de los perros, por la fascinación que nos produce su nula actividad y su escaso temor a la muerte por atropellamiento o pisotón en la cabeza llevados por una reticencia casi espartana a moverse en ninguna circunstancia.

Perros mexicanos y Pepe (Cayetano)


El perro mexicano no se mueve aunque vea la salvación a diez centímetros de su hocico. 


Perros mexicanos en su estado habitual 


El perro mexicano representa todos los valores de la pereza como pecado capital único y primordial (Aunque vista su capacidad reproductiva digna de conejos, podríamos empezar a estudiar su lujurioso comportamiento, pero ese puede ser tema de otro estudio que no emprenderemos hasta que veamos a algún perro tener actividad sexual, cosa que nos parece casi imposible dada su inexistente disposición al movimiento canino).

Perro mexicano en estampa para foto
de portada de Facebook o de algún disco.


El perro mexicano puede dormir prácticamente en cualquier sitio. Solo necesita estar vivo para hacerlo. Incluso pareciendo lo contrario lo consigue hacer.


Perro mexicano alterado y nervioso (Imagen inédita y de riesgo)



El perro mexicano de ciudad es igual que el de campo. Al menos en la tendencia a no moverse y reposar eternamente en cualquier sitio.


Perro mexicano que mostraba cierta actividad
aunque en la foto y al ojo humano
sea casi imperceptible


El perro mexicano no ladra porque requiere mover las mandíbulas. Los pocos ladridos que hemos oído a pesar de estar rodeados de ellos, provenían de perros encerrados en alguna finca. Sospechamos que sus orígenes no son del país y que han sido contratados del extranjero para cumplir unos mínimos que ningún perro mexicano puede ofrecer como es ladrar cuando alguien se acerca a la entrada de la propiedad o contestar a las demandas de algún otro perro vecino (Sin duda también foráneo).


Perro durmiendo en puerta de una tienda,
con señora que capta el objetivo
y dependienta al tanto tras el mostrador


El perro mexicano tiene la maravillosa capacidad de, sin hacer nada, conseguir que una importante universidad americana nos financie un estudio sobre él y sus costumbres.


Perro investigador (Seguramente extranjero)


El perro mexicano es la excusa perfecta para dejarse llevar por la calima del Diciembre Istmeño y no querer moverse bajo pena de catapulta. Incluso esto de teclear ya nos está pareciendo un infernal esfuerzo desproporcionado y nos vemos obligados a dejarlo.


¡FELIZ DÍA INTERNACIONAL DEL VOLUNTARIADO!



2 comentarios:

  1. ¡¡Que maravilla!!, me habéis hecho reir a mandíbula batiente, una vez, con dos me saldrían agujetas en el masetero...¿tendré algo de perro mexicano?...
    Un fuerte abrazo.

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    Respuestas
    1. ¡¡¡Gracias!!!
      Asíque da gusto...
      Y la respuesta es sí: Todos tenemos algo de perro mexicano (Incluso algunos algo más)

      Besitos varios

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