sábado, 23 de noviembre de 2013

Paradojas del lenguaje en torno al camino


(Son aquellas “pequeñas” cosas.)


Desde que llegamos aquí y empezamos a interactuar con migrantes son muchas las cosas que nos llaman la atención, nos confunden, nos hacen pasar por extrañas situaciones o, simplemente nos pasan inadvertidas. Pero a fuerza del paso de los días, si hubiéramos empezado a apuntar en una libreta todas esas cosas, esta entrada del blog tendría una longitud inmensa y probablemente nadie la leería o de hacerlo se haría insufrible.

Pese a ello, como aún estamos en edad de merecer, conservamos cierta memoria o quizás haya cosas que se graban más en la cabeza por muy diversas razones.




Nada más aterrizar nos empezamos a dar cuenta de que por encima de todo somos pinches güeros. Dependiendo las personas en cuestión somos para algunos España, Iker Casillas, el blanquito, además de tener que poseer la respuesta a preguntas como cuán grande es el Nou Camp o si el Atleti puede ganar la liga este año, o simplemente interpretar que sólo hablamos diciendo “venga, vale, vale tío, dale, venga…”.

Evidentemente, más conocido es el tema de que no debemos “coger” nada y en ningún momento, y mucho menos una “cola” por mucho que nos queramos referir a una fila. Cualquier movimiento de nuestras manos está condicionado porque el menos pensado corresponde con el saludo o la identificación de una mara y no es muy recomendable que eso pase… En el fondo son aquellas pequeñas cosas que te hacen enriquecer el lenguaje, parecer tonto o simplemente entenderte malamente.



Recibir a alguien que llega con una sonrisa y con un ojo cerrado tras bajarse de La Bestia y que te diga con humor que se trata de una picadura de avispa es algo que ya hemos visto varias veces, pero lo que ni el lenguaje ni nada que entre en cabeza humana puede explicar es que esa picadura de avispa signifique realmente un golpe de PIOLET en el ojo, posterior a otros en cada rodilla. Esta, como alguna que otra más, son esas historias que darían para mucho más y que no tienen cabida en una amable mención a las diferencias culturales o de lenguaje y, evidentemente, por mas dolorosamente común que sea, no es una de aquellas pequeñas cosas de las que queremos hablar por aquí en este momento.



B.S.O.: "Aquellas pequeñas cosas" (Joan Manuel Serrat)

No hay comentarios:

Publicar un comentario